ALTILLO
Por encima del zuncho
decidimos colocar un pequeño altillo, aprovechando unas vigas de madera procedentes
de un derribo. Ya que éstas vigas son bastante cortas, tenemos que diseñar un
entramado un poco complejo. El resultado será un altillo de poca superficie y a
gran altura, pero que tendrá una doble utilidad: una vez finalizado servirá de
almacenaje, pero durante el proceso de la obra será una buena superficie de
trabajo.
Primero colocamos la
jácena, que es la viga principal sobre la que descansarán las demás, apoyada en ambos lados sobre el muro. Debajo
de las cabezas de la jácena colocamos unos tableros de madera para repartir
mejor la carga y la fijamos con clavos.
Las siguientes viguetas
se colocan empotradas en el muro y apoyadas en la jácena. Todas las vigas
tienen aproximadamente el canto de una hilada de sacos, así que para conseguir
el empotramiento colocamos sacos entre viga y viga y luego un saco continuo por
encima. Una vez acabado el domo, el peso del muro mantendrá las vigas fijas en
su posición.
Es importante que todas
las vigas estén niveladas para facilitar la colocación de la tarima superior.
Para eso colocamos tacos de madera bajo las cabezas de las vigas hasta
conseguir el nivel adecuado.
Por el momento
utilizaremos el altillo como andamio. Clavamos unos tableros encima de las
vigas para tener un entarimado provisional, que será una superficie óptima de
trabajo.
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